Con poco más de una década desde su creación, Jimmy Choo se ha convertido en una de las casas de moda con mayor proyección y crecimiento de la industria.
Los zapatos son objeto de deseo y, para muchos, no hay ninguna prenda que resalte de una mejor forma la esencia de la sensualidad y la elegancia del género femenino que unos tacones. Sin duda, una de las marcas experta en este arte es Jimmy Choo, que ha hecho de sus piezas joyas de culto en el armario de muchas.
Las creaciones de Jimmy Choo son estéticamente refinadas, sensuales y además ofrecen una cualidad esencial: buen gusto. Ha logrado destacarse en el mundo de la moda por poseer una calidad "Made in Italy" determinada por sus ornamentos, texturas, formas y materiales estrechamente ligados a la artesanía meticulosa, convirtiéndose en una de las marcas favoritas de las celebridades.
Sus inicios
La marca tiene sus raices en la historia de una persona: Jimmy Choo, un zapatero de origen malayo nacido en 1961. Choo creció entre hormas y tacones bajo el legado de una familia de zapateros, quienes lo impulsaron a seguir la tradición. Creó su primer par de zapatos con tan solo 11 años.
Después de haber aprendido de la experticia de su padre, viajó a Inglaterra e inició sus estudios en moda en la Escuela Técnica Cordwainers de Hackney, donde se graduó con Matrícula de Honor en 1983.
Seis años después, queriendo formar su paso en el mundo de la moda, abrió un pequeño taller al noreste de Londres, donde a manera artesanal creó cada una de sus piezas. Sin pensarlo, sus diseños empezaron a tener un éxito inesperado y su reputación tomó fuerza.
Paso a la fama
Dentro de sus clientes se encontraba una de las revistas de moda más importantes del mundo: la versión británica de Vogue, que le encargaba diseños específicos para sus editoriales. Tan solo dos años después de abrir las puertas de su taller, esta misma revista le dedicó ocho páginas a sus inigualables zapatos, lo que llevó a que su nombre comenzara a sonar fuertemente en el mundo de la moda.
Y fue precisamente la relación tan cercana que tuvo con esta revista la que logró que este zapatero poco conocido diera su siguiente gran paso. En 1996, la editora de accesorios de Vogue UK, Tmara Mellon, vio en él y sus diseños una oportunidad de negocio y juntos crearon la marca Jimmy Choo Ltd. En ese momento, al talento de Choo se sumó la visión de negocio que le hacia falta. Dos años después del nacimiento de la marca, Jimmy Choo abrió sus primeras tiendas en Estados Unidos, ubicándolas en las ciudades más importantes de este país, Nueva York y Los Ángeles.
El corte sexy de las hormas, su diseño calculado y al excepcional presencia de lo artesanal le dieron a la marca la reputación necesaria para inundar las alfombras rojas. Desde la primera vez que un par de zapatos Jimmy Choo apareció en una premiación, la marca se ha visto favorecida por la estrellas de Hollywood, las mujeres íconos de la moda y la realeza británica. Diana de Gales fue la primera celebridad en usar sus diseños durante apariciones públicas. Pero definitivamente su inmortalización ocurrió gracias a la serie Sex & the City, donde su protagonista convirtió algunos de sus zapatos, prácticamente, en parte argumental de la serie; antes de esto no existía alguna mujer del común que pensara en gastar más de USD 500 en un par.
Sandra Choi
A pesar del éxito que la marca tuvo gracias a esta unión entre Jimmy Choo y Tamara Mellon, en el fondo las cosas no resultaron muy bien. La visión de producción de Mellon iba en contra del pensamiento de desarrollo exclusivo y artesano que tenía Choo. En 2001, el zapatero malayo decidió vender su participación en la empresa a la que era hasta ese entonces su socia, aunque hoy en día sigue diseñando zapatos para la línea Haute Couture de la marca. 10 años después, Tamara Mellon abandonó el proyecto y le vendió sus acciones al grupo Labelux, quien recibe el control de la firma. Sandra Choi, sobrina de Choo, fue nombrada directora creativa y responsable del diseño.
Sandra Choi nació en la Isla de Wight en el Reino Unido, pero pasó gran parte de su niñez en Hong Kong. Se trasladó a Londres en su adolescencia y mientras terminaba su bachillerato trabajó varios años en el taller de su tío. Queriendo convertir su aprendizaje en una carrera como diseñadora, Choi decidió estudiar diseño de moda en la Central Saint Martins. Su tío le permitió trabajar en la sección de diseño de la empresa y de esta forma perfeccionó sus conocimientos en la creación de zapatos de lujo. Sandra Choi abandonó sus estudios para dedicarse tiempo completo a su trabajo como directora creativa de la marca.
Aunque Choi ha respetado desde sus inicios el legado que su tío dejó en la empresa y la importancia que para él tenía la confección de zapatos de lujo, donde el detalle y la calidad eran más importantes que la cantidad, también creía en la importancia de crear una marca más cercana y que no estuviera necesariamente enfocada a confeccionar zapatos de alfombra roja. A pesar de que el núcleo de esta casa siguen siendo los zapatos para mujer, desde 2003 Jimmy Choo expandió su catálogo de productos y ahora abarca una línea de accesorios de lujo completa: bolsos, pañuelos, gafas, cinturones, perfumes y su línea de calzado masculino, que también ha logrado convertirse en todo un éxito.
Sus creaciones
Hay toda una mística alrededor de los zapatos de Jimmy Choo; sus diseños resaltan por el uso de materiales exclusivos como las sedas de lujo, cueros opulentos y exóticos -como la piel de pitón y algunas especies de peces-. adornados con plumas y una variedad de piedras preciosas y semipreciosas como los cristales de Swarovski. Los estilos de sus zapatos abarcan las botas de caña baja o alta, tacones altos, sus afamadas y elegantes sandalias con tiras delgadas, baletas y zapatos con corte masculino.
Como todas las marcas de lujo, Jimmy Choo cuenta con algunos diseños que se han transformado en piezas atemporales e icónicas, ya sea por que fueron el modelo más vendido de una colección o porque marcaron o acompañaron un hecho de gran importancia para la marca. Dentro de sus clásicos se encuentran los Feather, famosos porque los usaba Sarah Jessica Parker en uno de los capítulos memorables de la serie Sex & the City; los Carly, que se crearon para celebrar la apertura de la primera tienda de Jimmy Choo en Estados Unidos; y los Fleur, un diseño especial usado por Tamara Mellon en la gala donde recibió el premio del British Fashion Council a la Mejor Marca del Año.
Escrito por Ana María Fandiño para Revista Luxury #40, Diciembre 2014.
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